Cuando hacemos fitness en nuestra dieta solemos evitar los
aceites, pero lo cierto es que no todos los aceites son iguales. Por eso, hoy
os vamos a hablar de un aceite un tanto desconocido y muy saludable, como es el
aceite de coco.
Es una fuente de energía saludable
Los aceites están demonizados en las dietas, pero el aceite
de coco no debería entrar en la categoría de aceites malos para los deportistas. La razón es que es una
fuente de energía saludable, debido a una de sus características, como es su
aporte de triglicéridos de la cadena media.
Este tipo de triglicéridos se absorbe de manera rápida, por lo que se usa enseguida como
fuente de energía, no almacenándose en el organismo. Esta es la razón por la
cual se recomienda para aquellos que hacen dieta en la que los hidratos de
carbono están muy restringidos, como por ejemplo cuando estamos en fase de definición.
Para poder trabajar necesitas energía y si no la obtienes de
los hidratos la puedes obtener del aceite de coco.
Es una ayuda para perder peso
Se han hecho ya varios estudios científicos en los que se
demuestra que el aceite de coco es una ayuda muy importante a la hora de perder
peso. En concreto, una de sus propiedades nos interesa mucho a aquellos que
hacemos fitness.
Se trata de la propiedad por la cual el aceite de coco
protege la musculatura en las dietas de adelgazamiento. En este tipo de dietas
perdemos músculo, pero el aceite de coco puede evitar esa pérdida, por lo que
la pérdida de peso no será a costa de perder musculatura, algo que no nos
interesa.
También eleva el metabolismo, pues el aceite de coco se
consume muy rápido por el organismo. Esto también ayuda a perder peso, puesto que el organismo necesita
más energía para funcionar, lo que significa que incluso cuando estés sentado o
durmiendo puedes perder algunos gramos (no pienses que vas a perder kilos por
elevar tu metabolismo)
¿Qué aceite de coco comprar?
Como pasa con otros aceites más conocidos, en el aceite de
coco también hay calidades. Para aprovechar sus propiedades hay que comprar
aceite de coco virgen o refinado (mejor el primero) dejando de lado el resto de
tipos de aceite de coco que hay en el mercado.